“Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium
paterna rura bobus exercet
suis,solutus omni fenore,
neque excitatur classico meles truci
neque horret iratum mare,
forumque vitat et superba civium
potentiorum limina.”
Horatio
Dichoso aquél que lejos de los negocios, como la antigua raza de los hombres, dedica su tiempo a trabajar los campos paternos con sus propios bueyes, libre de toda deuda, y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos.
En su centenario, no se me ocurre nada mejor que homenajearle con Horacio, el autor al que, en sus clases, recordó y enseñó tantas veces.
He elegido este inicio del famoso poema porque creo que resume su manera de enseñar. Yo fui alumna suya en mi tardía adolescencia y recuerdo con agradecida ternura sus clases y su manera humilde de enseñar, no hay otra posible, desde el respeto al alumnado y desde la confianza en que la educación es un arma poderosa para transformar el mundo.
Usted nos enseñó Latín con la maestría de los sabios que huyen de la soberbia. Nos mostró el camino a seguir más allá de las declinaciones y nos animó a aprender más allá de libros y lecciones.
En su tarea de profesor dejó recuerdo entrañable en compañeros y alumnos. Este es el merecido homenaje para alguien que entregó su tiempo y afán a convertirnos en lámparas que había que encender. Y a ello se dedicó en nuestro centro desde su apertura en 1966.
Han pasado muchos años, seguimos en la brecha, incansables y, a veces, con el viento en contra. Pero desfallecer no entra en nuestros planes. La profesión de maestro es más que nunca labor de valientes que no se resignan a domesticar las mentes y busca reforzarlas para evitar envites y sobresaltos.
Desde el respeto a su labor docente desde 1966, desde el agradecimiento por todo aquello que nos dio además de un correcto dominio de la lengua latina, y desde la admiración por su dilatada trayectoria vital, reciba el caluroso aplauso del claustro del IES “Tomás Navarro Tomás” del que forma ya parte de su recuerdo. Un aplauso al que se unen sus antiguos compañeros que disfrutan como usted de una lúcida y merecida jubilación.
Mª Mercedes Fernández Aroca. Directora del IES “Tomás Navarro Tomás”