Como en años anteriores, acudimos el 29 de enero a la convocatoria de Regenta Teatro, que nos ofrecía la adaptación de la novela picaresca El Buscón de Quevedo. Asistieron los alumnos de 3º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato.
La adaptación hecha por Emilio del Valle convenció a los espectadores, al valerse de estrategias teatrales eficaces, como intercalar entre la representación del Buscón la vida de los actores; en este caso una pareja que discutía por las más variadas razones. También incluyeron rasgos del teatro de sombras y del teatro de marionetas.
Los alumnos presenciaron el teatro al desnudo, porque con tan solo dos actores y un escenario de cartón movible representaron en una hora algunas de las escenas más notables del Buscón. Vieron a los actores vestirse y desvestirse en escena, tropezar, bromear y discutir. Teatro dentro de teatro, que incluyó canto acompañado de guitarra.
Asistimos a la mala ventura de Pablos, que pese a sus esfuerzos por medrar no lo logra en la sociedad inmovilista del Barroco. Eso sí, muestra los usos y maneras del oficio más viejo del mundo: el de pícaro.
Después de la representación, los actores salieron al escenario para hablar con los alumnos. Fue un momento desmitificador del trabajo de actor, en el que respondieron a las preguntas de los chicos, sobre cómo ensayan, cuánto cobran, cómo concilian trabajo y familia, qué papel les gustaría representar…
Al final hicieron que los viéramos como trabajadores fascinados por su profesión.
¡Seguiremos yendo al teatro!